A continuación os contaré mi
historia de cómo sobreviví a la primera guerra mundial.
Todo comienza un día normal como
todos los demás, yo estaba en casa comiendo con mi familia y hablando sobre el
futuro de nuestro hijo, el cual iba a cumplir los 18 años unos pocos meses mas
tarde.
De repente oigo que alguien llama
bruscamente a la puerta de mi casa, y yo imaginándome que sería un vagabundo más
de la sociedad buscando cobijo y comida abrí la puerta. Era un hombre alto y robusto,
vestido con un traje de camuflaje, unas botas anchas y un casco verde cubierto
de hojas en la parte superior. Por la forma en la que iba vestido me di cuenta
inmediatamente de que pertenecía al ejército, pero lo que no sabía era lo que
venia a buscar a mi humilde morada.
Yo amablemente le invité a pasar. Una vez dentro yo le pregunté que
venía buscando en un lugar tan remoto como aquel, él me miró seriamente y puso una
hoja encima de mi mesa.
En esa hoja decía que había sido
llamado para formar parte del ejército.
Yo me quede atónito, miré hacia
el soldado y luego hacia mi mujer, que lo había oído todo y rompió en llanto.
En ese momento sentí como si el
mundo se viniera abajo, intente calmar a mi mujer diciéndole que no pasaría
nada, que volvería sano y salvo.
Pero en realidad yo por dentro
sabía que sería muy difícil sobrevivir a esa guerra, ya que había muchos países
involucrados en ella y muchos ejércitos enemigos.
Una vez que logré calmar a mi
mujer que me dirigí hacia donde estaba sentado el soldado y le dije:
- Aunque sé que yo solo no puedo
hacer mucho, haré todo lo que este en mis manos por mi país.
Acto y seguido el soldado se fue
de mi casa y una semana mas tarde recibí el informe de que había recibido el
puesto de cocinero en uno de los campamentos ocupados por nuestros ejércitos.
Cuando leí la noticia sentí una
alegría indescriptible, ya que iba a tener muchas mas posibilidades de
sobrevivir en esa posición que en el frente luchando cara a cara contra el
enemigo.
Pasaron tres semanas, llegó el
día de partir. Me despedí de mi mujer y de todos mis familiares y les prometí
que volvería sí o sí
.
Tras unas largas 20 horas de
viaje llegue al campamento en el que el ejército estaba asentado.
Tuve una acogida bastante
calurosa por parte de todos los soldados, ya que yo iba a ser la mano que les
iba a dar de comer.
Estuve en ese campamento durante
gran parte de la guerra, hasta que un día el campamento fue atacado y con suerte
logré escapar.
Al final logré sobrevivir, y por
suerte puedo contar esta historia hoy, y, por ello, doy gracias.
Sergio Chápuli
4º de ESO
Colegio Santo Domingo
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