Me alisté en el equipo de
enfermeras de la Primera Guerra Mundial con mucha ilusión por tener un trabajo
donde ayudar a curar a los heridos de las batallas.
Día tras día fui
descubriendo que este trabajo me resultaba duro, ver como los hombres llegaban
con graves heridas y que no podía hacer nada por ellos para salvarles la
vida... Algún que otro paciente que llegué a atender me contaba su vida, todo
lo que había dejado para alistarse a la Guerra, como su familia, su esposa, sus
hijas... Me contaban lo difícil que les estaba resultando estar lejos de sus
seres queridos... No les asustaba tanto la muerte como el hecho de no volver a
ver a sus hijos ni verlos crecer.
Melanie Da Costa Gonçalves
CPEB Aurelio Menéndez
No hay comentarios:
Publicar un comentario