martes, 18 de marzo de 2014

Mi querida Margarita



Cada vez que la veía me parecía más guapa, tenía el pelo moreno y los ojos azules.
Era la hija del sargento que tanto me odiaba, nunca nos dejaría estar juntos.
A pesar de eso, nosotros nos encontrábamos todas las noches en la enfermería.
Sabía que si su padre nos pillaba sería el fin. Pasaron meses y meses y pensábamos que su padre ya no nos podía pillar. Pero el día antes de la batalla fui a despedirme de ella y de repente entró su padre.
 Al día siguiente dijo que el mismo me quitaría la vida y esa misma tarde fui fusilado mientras mi querida Margarita lloraba sin consuelo.

                                                                                       Natalia Chacón López 2ºESO CPEB Cerredo

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